Subsidios: A pagar la fiesta, dijo Yavé.. y conquistó a los sumisos. Sodoma y Gomorra, y la culpa. Quien mira para atrás será castigado convirtiéndose en estatua...



Tengo 55 pirulos, trabajo desde los 17, siempre en el ámbito privado. Mi derrotero fue amplio y diverso. Desde changador en una distribuidora de libros allá por el 78, hasta auditor de un Banco. He pasado por la docencia siendo prosecretario de un instituto terciario y también he tenido mis experiencias como cuentapropista. Sobre la base de esa experiencia debo reconocer algo que acaso supera a la ideología condicionando las percepciones sociales. En todas he corroborado que existe una muy mayoritaria inclinación por parte de la sociedad hacia la subsumisión con relación al poderoso. Los espíritus acuarelizados, que aceptan disminuidos cierto determinismo dependiente, superan en cantidad, largamente, a los espíritus revulsivos que promueven algo de rebeldía a favor de la equidad. De manera que no es de extrañar que dentro de la política el discurso corporativo, el de los patrones, se haya encarnizado dentro del ciudadano común. El ejemplo claro lo constituye el debate sobre el costo de los servicios, la justicia o no sobre las políticas de subsidios, y esa construcción mediática que afirma que llegó la hora de pagar la fiesta. Aparentemente ese enorme colectivo acepta como válido dicho argumento cual fundamentación religiosa. Hemos pecado de gula. Argentina fue durante 12 años un mix de las pentapólicas Sodoma y Gomorra, en consecuencia el castigo divino del Dios todopoderoso y neoliberal para quien mira para atrás es justo y necesario. Castigo divino para Amen...


Dicho esto, reflexiono:


LA POLÍTICA DE SUBSIDIOS QUE MAYORITARIAMENTE IMPACTÓ EN LOS GRANDES CENTROS URBANOS COMENZABA EN LAS FACTURAS DE PAGO Y TERMINABA EN LAS HELADERAS DE TODOS LOS HOGARES DEL PAÍS. ESTO SIN HACER MENCIÓN A QUE ESA POLÍTICA DE SUBSIDIOS TAMBIÉN SE EXTENDÍA AL RESTO DEL PAÍS, PERO EN UN GRADIENTE INFERIOR.
Pongo un ejemplo claro con relación al tema debido a que escucho muy a menudo en mi terruño, desde la desinformación y la ignorancia, el sofisma “no podía ser que en Bs. As. y en el conurbano se pagara tan poco por la energía, de manera que estos aumentos son lógicos”.
En mi Pago Chico, Coronel Dorrego, podemos afirmar con un error más menos insignificante que el 95% de los insumos esenciales que consumimos provienen de esos grandes centros urbanos, y esto es debido a que nosotros, como tantas otras ciudades del interior del país, no tenemos industrias que tomen sus materias primas y las transformen en insumos. Primero porque no poseemos la totalidad de lo que necesitamos y segundo porque no existe una política local para desarrollar la poca variedad existente. Para aclarar los tantos es bueno aclarar que no tenemos ni siquiera un Frigorífico. De hecho, hasta el 10 de diciembre, cada vez que pagábamos un producto a X pesos en él estaba incluido el subsidio dentro del costo de producción. Mayoritariamente estas empresas están radicadas en los grandes centros urbanos de manera que esos subsidios nos beneficiaban directamente ya que menguaban dichos costos de producción aplacando el precio. Incluso el costro de la logística también estaba subsidiado dentro del precio del combustible. La lógica, en un país complejo por su extensión, por su irregular distribución poblacional y con diversos suelos y climas, era más o menos tener equilibradas las variables de los costos a la baja para que toda la población pueda acceder al consumo de los bienes esenciales. Hoy vemos cómo la quita de subsidios en las metrópolis impactó directamente en los precios y en las heladeras de todos los hogares. Justamente la quita de retenciones fue el factor fundamental para la eliminación de los subsidios ya que esas partidas que antes se utilizaban para equilibrar esos costos ahora van a parar a manos del sujeto económico concentrado. Muchos en mi pago recibieron con algazara la medida pensando en el derrame. Pues lo único que se ha derramado fue una extraordinaria baja del consumo y con ella el descenso de necesidad de mano de obra. Hoy en Dorrego y la zona hay cierres y despidos en el comercio. La cuestión se profundiza debido a que a la quita de subsidios se sumaron aumentos tan desmedidos como improvisados en su implementación lo que multiplica exponencialmente la situación, direccionándonos a un irreversible camino de estanflación: Inflación + recesión, cosa que se va a mantener por varios meses. Demás está decir que la variable para equilibrar esta situación será un descenso en el costo laborar con la consecuente reducción del mercado de consumidores. Así las cosas. Si querés saber en Coronel Dorrego o en cualquier ciudad del interior cómo te afectó la quita de subsidios abrí tu heladera. Ella te va a responder con su vacío que lo que te alegra y observás como una supuesta redención en definitiva, te perjudica de manera directa y gravemente. Un dato interesante que deberíamos tener en cuenta es el siguiente: ¿Qué porcentaje del PBI se debía al impacto de las retenciones y qué porcentaje del PBI eran afectados a los subsidios? Tal vez esa relación nos ayude a pensar sobre la fenomenal transferencia de recursos efectuada por este gobierno a favor de los sectores económicos concentrados.


Comentarios

  1. Pero es más, luego de tu conclusión final, agreguemos que los subsidiados agregan con su sobrante al fortalcimiento del mercado interno para que luego el Estado pase de esa forma a recaudar más. Porque la población común, consume. Hoy en cambio, la guita que se le entrega a paladas a los ricos sale, no solo del circuito interno sino también del país, en fuga de capitales habiendo eludido el tributo correspondiente.
    De manera que el famoso 4 % del PBI que iba a subsidios de tarifas, se reduce notablemente con el aporte impositivo y el crecimiento mismo del PBI, retroalimentando el circuito.
    Un espanto.

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    1. Absolutamente Daniel. Es lo que les vine aclarando a mis paisanos durante todo el año pasado en mi columna radial. Esa capacidad de consumo territorial ha permitido que los pocos emprendimientos con valor agregado que se hacen acá lleguen a otros destinos de Argentina. Por caso el Aceite del Oliva. Todo fue inútil... 62% contra 38%..

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