Desde lo histórico y lo político no es recomendable ni prudente descalificar una idea derrotada







En el estupendo ensayo titulado El Templo Inacabado, Gilbert K. Chesterton afirma que para los idealistas modernos y los pragmáticos, toda idea o cosa que ha sido derrotada, ha sido descalificada. Va de suyo inferir que la cosa se manifiesta muy clara de invertir las premisas, por caso sostener que las causas perdidas son las que precisamente podrían haber salvado al mundo de la ignominia del presente. Porque hayan fracasado el Jacobinismo y la Comuna de Paris no podemos llamar a ambas experiencias como fracaso más allá de su efímera existencia. Tomemos el caso de la Revolución Francesa. La gran idea que dicho movimiento introdujo en el mundo de la política fue el de la pobreza honorable, esto es, un hombre de Estado debe ser una suerte de estoico, de allí se desprendía la admiración de pueblo quien observaba que sus representantes eran pobres por voluntad propia, vale decir que pudiendo no serlo habían renunciado a la riqueza. Justamente en la actualidad se percibe todo lo contrario por lo que podemos asumir que ese ideal de la Revolución Francesa fracasó, sin embargo, desde la dialéctica, tal cuestión, se sigue exhibiendo como una positiva y admirable anomalía a destacar. Hoy se admite que el hombre rico de segura posición que se vuelca a las actividades políticas no sentirá la tentación de hacer trampas financieras con el erario público. Según la tesis la pobreza es peligrosa para la política. Cínicamente Chesterton sentencia que bajo estas condiciones sociopolíticas somos menos democráticos que María Antonieta debido que hasta en la vieja monarquía francesa “el gato podía mirar al rey”, hoy en día ese gato no tiene permitido el ingreso al “palacio de la política”. De alguna manera el gran sueño democrático en sentido práctico y estricto es un sueño no cumplido. Dentro de la historia y la política no existen las ruinas totales, más bien la contemporaneidad es una suerte de realidad a medio construir abandonada por un constructor en quiebra, un mundo que se parece más a un barrio inacabado que a un cementerio abandonado. Por eso no existen ideales nuevos, solo hay una cosa que se puede hacer bajo el sol para relacionarnos con él, y esto es mirar al sol. En el mundo del pensamiento, enfatiza Chesterton, se vive el extraordinario espectáculo al observar que se direcciona la mirada hacia nuevos ideales sin haber probado el sabor de los antiguos. Los hombres nunca se han hartado de la justicia política, se han hartado de esperarla.
Tomemos por caso el concepto de propiedad, término ciertamente filosófico, sumamente bastardeado en el transcurrir de los siglos por la corrupción de los grandes capitalistas. Se puede pensar que los Rockefeller estarían al lado de la propiedad sin embrago son enemigos de ella ya que no aceptan sus propias limitaciones. No aman su tierra, quieren su tierra y la de otros. Un hombre inculcado con la poesía de la posesión desea compartir sus bordes aceptando de manera natural sus límites. Es una negación filosófica del concepto de propiedad su ausencia de límites como lo es mantener las premisas matrimoniales ortodoxas dentro de un harén.

.. texto inspirado en la lectura de “Lo que está mal en el mundo” de Gilbert K. Chesterton





Comentarios

  1. "Los hombres nunca se han hartado de la justicia política, se han hartado de esperarla." Buena frase!
    Saludos Gustavo!

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  2. Quizás los límites de la posesión son una idea socialmente adquirida por lo tanto débilmente implantada con alfileres aceptables en las Colinas más externas de nuestro cerebro .Mientras que la ambición desmedida esta inmersa en mismisimo profundo yo interior anclado con raices invasivas y con la habilidad de aflorar en cualquier momento en la mayoría de nosotros.
    E ltípico ejemplo es el de un chico de tres anios , con su yo dominando la partida aun no muy conciente de los otros con excepción de su madre, no encontrara por si mismo el limite a sus necesidades , no importa cuantos juguetes tenga si se le ofrece o puede echarle el guante a uno mas lo tomara.
    Con la tierra no es el amor lo que les mueve a poseerla (sentimiento desarrollado en la corteza) los ejemplos en la historia son interminables pero recordemos al Gengis Khan, Atila, Alejandro Magno o al Rey Sol el que en sus tierras nunca se ponía el sol.
    Sin embargo el capitalismo corporativo de hoy no tiene cabeza son accionistas , CEOs ,Directorios etc y la acumulación no es siempre ostentosamente visible , como en los iceberbs la maoria esta escondida.El fin no es la posecion de bienes sino mecanismos de poder e influencia
    Como en el caso de los Jefes de Carteles de la droga uno podría decir que con un par de millones de palos verdes se podrían haber retirado tranquilos, pero no , la necesidad de la compra del poder es inagotable y eterna
    Su comportamiento esta mas cercano al estado de la mente del Dr Neurus o de un chico de tres anios que de todo análisis intelectual incluido el muy acertado de Chesterton.Para mi el mas acertado análisis lo presento en un par de frases del Tango “Silencio” el gran letrista Alfredo Lepera, especialmente cuando dice “el musculo duerme …, la ambicion trabaja”

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