EN LATINOAMÉRICA LA ISLA DE LAMPEDUSA NO EXISTE, Y ESO EL INMIGRANTE EUROPEO LO SABE…



¡ BIENVENIDOS INMIGRANTES EUROPEOS !

Por Emir Sader para Diario Público de España



La novedad en los ciclos migratorios es su inversión en las relaciones de Europa con América Latina. Desde que empezó la crisis internacional del capitalismo, en 2008, ha bajado el número de inmigrantes latino-americanos hacia Europa, un gran número de ellos retornan a sus países de origen y —como novedad más grande— ha surgido una nueva ola de inmigración europea hacia América Latina.
Europa, una de las regiones más ricas del mundo —en parte por la explotación de América Latina—, liquida su generoso Estado de bienestar social. Empieza a poner en práctica el eslogan de una campaña del PP de Cataluña: “Ya no hay para todos”.
Por ello surge una nueva ola de inmigración, esta vez de países europeos hacia América Latina. Como no hay fecha para que se termine la prolongada y profunda recesión, que las políticas de austeridad han producido y, por otra parte, como hay gobiernos en América Latina que, por no seguir esa receta, han mantenido y extendido sus políticas sociales, el continente se vuelve de nuevo atractivo para los europeos.
¡Que sean bienvenidos! Ya estuvieron por aquí en su día, solo que aquella vez iban ataviados con la espada y la cruz, como colonizadores. Como expresaba un cartel escrito por ecuatorianos en España hace ya algunos años: “Estamos aquí, porque ustedes han estado allá”. Han explotado nuestros recursos, han diezmado a las civilizaciones indígenas, han introducido la esclavitud. Se marcharon expulsados varios siglos después para que fuéramos políticamente independientes y pudiéramos acabar con la esclavitud.
La segunda ola de inmigración europea fue muy distinta: se trataba de trabajadores que vinieron a buscar mejores condiciones de vida y ayudaron a constituir nuestras clases trabajadoras. Han traído su calor humano, sus culturas, sus experiencias de vida y de lucha. Han traído ideologías anarquistas, socialistas, comunistas, capacidad de organización y espíritu de lucha. Se han quedado y forman parte de nuestras vidas, de nuestros mundos, de nuestras culturas.
Más recientemente la llamada globalización promovió salidas masivas de latinoamericanos buscando trabajo en Europa. Hasta que la crisis actual ha frenado esas salidas y ahora ese movimiento se ha invertido.
Bienvenidos, europeos que llegáis por aquí. Están encontrando, por lo menos en algunos países, un clima distinto al de Europa y al de gran parte del mundo. Basta con decir que por aquí los haitianos —que llegan en docenas de miles a Brasil— son acogidos, se les entrega documentos de identidad y de trabajo, se trata de conseguirles empleos y casas. Son atendidos en la misma embajada brasileña en Haití, que les facilita documentos para sus largos viajes.
Gran cantidad de extranjeros son legalizados en algunos de nuestros países, todos los años, a pesar de existir todavía un alta proporción que vive sin documentos y trabaja en condiciones infrahumanas. Pero se denuncia y se avanza en la superación de esas condiciones de trabajo.
Encuentran, en algunos países, cambios sociales fundamentales, porque hay gobiernos que no se orientan por la centralidad del mercado y por lo que en Europa se llama austeridad. Las políticas sociales son la prioridad. Hay modelos de desarrollo económico con distribución de renta, hay rescate de la pobreza, se trabaja por el fin de la desigualdad y la miseria como nunca antes en el pasado.
Es justamente a esos países de nuestro continente a los que vienen los inmigrantes europeos. Porque de nada les serviría venir a países que reproducen las políticas que los han expulsado de los suyos. Preferiríamos que ustedes no necesitaran venir, sabemos que nuestro lugar natural es nuestro país. Pero los recibimos con todo el cariño y la solidaridad que ustedes se merecen. La misma que muchos de nosotros, huyendo de las dictaduras, recibimos de ustedes.
Lo que más queremos de Europa es ver de nuevo al continente desarrollar políticas de bienestar social, como lo han hecho tan bien durante varias décadas. Pero quédense aquí el tiempo que quieran, intentaremos tratarles de la mejor manera posible. Somos solidarios con ustedes y con la nueva izquierda europea, que desarrolla políticas con las cuales nos identificamos mucho.

Fuente: Blog A Contracorriente


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