El principal
pacto civilizatorio que tenemos los argentinos es el de la voluntad popular
expresada en el voto, el resultado de ayer no ha sido favorable para la tradición
nacional y popular que gobierna el país. No caer en las malas prácticas que los
que ayer ganaron tienen cuando les toca perder es la primera obligación que surge,
me refiero al menosprecio que hicieron en cada triunfo de CFK exigiendo poco
menos que el sufragio calificado.
A propósito de los comicios sus complejidades, el 47 x ciento
de la CABA ha bendecido a una fuerza política, que promete vender dólares en
forma irrestricta a precio acomodado en detrimento del funcionamiento de la economía
en general. Otra particularidad del gran triunfador de ayer es que considera a
la lucha llevada a cabo para enjuiciar a genocidas y cómplices civiles como un
curro, el hombre es agradecido , esos condenados le permitieron a la pseudoburguesía
nacional de la que es casi un símbolo, tomar enorme deuda en el exterior y NO
PAGARLA, por lo tanto algunos de los compatriotas que ayer sintieron alegría, sería
bueno que revisaran aquello del clientelismo y los planes, porque nadie más que
el alcalde de la CABA ha recibido del estado y no precisamente para gastarlo en
los almacenes de extramuros. Dicho esto la derecha se ha impuesto claramente,
la gestión local debe tener meritos que cuentan, pero a pocos meses de la elección
nacional, el posterior mensaje del líder capitalino tuvo un gran componente en
el sentido de reforzar su candidatura a presidente. Se avecina, dicen los que
saben, una gran polarización para Agosto y Octubre, en la medida que se
entiendan fortalezas y debilidades sin dramatizar, el consolidado pacto
civilizatorio, sigue ofreciendo posibilidades de retener la conducción del
estado. Lo que se va acotando es el margen de error para atraer a los no
convencidos por el proyecto nacional. Y ya no será con medidas ( por qué queda
poco tiempo) sino desde una gestualidad amable para explicar las distintas
opciones que el país tiene sin cancherear nada, sin caer en provocaciones y
poniendo las acción a la altura del conflicto ,sabiendo de antemano que cada
medida de un estado presente actúa sobre un sistema, que es esencialmente
injusto y no siempre se puede subsidiar a alguien sin generar disconformidad en
otro no alcanzado por el beneficio , ahí los medios hegemónicos sacan ,con
malicia, ventajas importantes. Sintonía fina se llamaba el procedimiento.
Esto publicó el negro Fontova en su blog:
ResponderEliminarhttp://comandoamelia.blogspot.com.ar/2015/04/el-pro-villero.html
El último párrafo echa luz sobre algunos porqués.