NADA ES CASUAL EN LA PATRIA GRANDE: Gritos de “puta”, “zorra”, “sin vergüenza”, “ladrona” fueron los que más se escucharon en los barrios de clase media y alta de doce ciudades brasileñas… (2da Parte)
¿Qué
es lo que propone la derecha?
por
Emir Sader para Diario Público de España
Continúa la
derecha con sus medios de comunicación, sus partidos, sus gobiernos y sus
políticas económicas. Pero, ¿qué es lo que tiene que proponer al mundo hoy?
¿Qué balance hace de su desempeño? ¿Qué perspectiva ofrece?
Para
la guerra y la paz, ahí está la política de Estados Unidos que, desde que pasó
a ser la única superpotencia, no hace otra cosa que multiplicar las guerras por
el mundo, sin lograr terminar con las dos que inició hace ya más de una década,
en Afganistán y en Irak, que están en peor situación que antes de que fueran
invadidos y destruidos como países.
La
crisis en el centro mismo del capitalismo dura ya más de siete años, sin
perspectivas de superarse. Su modelo de centralidad del mercado, de libre
comercio, de Estado mínimo, hace que Europa destruya lo que
generosamente había producido el Estado de bienestar social. Las políticas
económicas que han salvado a los bancos han llevado a la quiebra de países y a
la expropiación masiva de los derechos de los más vulnerables.
En
América Latina se encuentran los únicos países del mundo que han
disminuido la desigualdad, aun en medio de su brutal alza, con una derecha
que trata de obstaculizar la continuidad justamente de los gobiernos que
logran esa proeza. En este sentido, ¿qué propone la derecha en Argentina,
Venezuela, Ecuador o Brasil, entre otros países?
A
falta de alternativas, sugiere el retorno a sus mismas políticas
neoliberales, las mismas que han llevado a esos países a las peores crisis de
su historia. Que han llevado a América Latina a la quiebra de sus economías, a
la alienación de sus bienes públicos y a la expropiación de los derechos de los
trabajadores. Pese a haber gobernado ya —en Argentina, Brasil, Uruguay,
Bolivia, Venezuela, Ecuador— y haber fracasado, siguen implantando sus
políticas en otros países.
México
fue uno de los casos ejemplares presentados por los organismos
internacionales como exitosos. Fue el primer país en firmar un Tratado de Libre
Comercio (Nafta) con Estados Unidos y Canadá. Aun así, el balance que se ha
hecho a los 20 años de su vigencia no podía ser peor. La misma situación de
México no permite otros análisis que no sean que el Tratado ha sido bueno –como
siempre– para la parte más fuerte, para EEUU, y pésimo para él.
Otros
países siguen el modelo neoliberal, como es el caso de Perú, que presenta, a lo
largo de los últimos años, altos niveles de crecimiento de su PIB sin que se
alteren los pésimos índices sociales del país, haciendo que se sucedan
presidentes que rápidamente pierden apoyo popular y son derrotados al final de
sus gobiernos.
¿Y
en Argentina? ¿Qué puede proponer la derecha? ¿Qué actitud puede tener frente a
los gobiernos que han recuperado al país de la peor crisis de su historia? ¿Van
a cuestionar el modelo de crecimiento económico con distribución de renta? ¿Van
a salir de los procesos de integración regional? ¿Van a disminuir el tamaño del
Estado para volver a promover la centralidad del mercado? ¿Retomarán las
políticas de paridad con el dólar? ¿Abolirán las políticas sociales, que han
hecho al país reponerse de los terribles retrocesos impuestos a su pueblo por
la dictadura militar y por el Gobierno neoliberal?
¿No
fue la derecha, con el Gobierno de Cardoso, quien llevó a Brasil a su más
profunda y prolongada recesión, con un inmenso endeudamiento con el FMI, de la
cual sólo salió con el Gobierno de Lula?
¿No
fue la derecha la que prácticamente privatizó PDVSA, la empresa estatal
venezolana de petróleo, la que intentó derrumbar el Gobierno legítimamente
elegido de Hugo Chávez con un golpe en 2002?
Fue
la derecha la que intentó privatizar el agua en Bolivia,
tentativa frustrada por la formidable movilización del pueblo boliviano,
liderado por Evo Morales. Fue esa misma derecha la que intentó dividir al país
para bloquear los extraordinarios avances del primer Gobierno indígena de
Bolivia.
Fue
la derecha quien entrego las riquezas ecuatorianas en manos de Chevron sin
control alguno, desencadenando una brutal contaminación de la Amazonia
ecuatoriana. Fue la derecha la que tuvo como candidato a la Presidencia al
más grande banquero de ese país.
Y
fue la derecha la responsable de los peores gobiernos que ha
sufrido el continente, con dictaduras militares y gobiernos neoliberales.
Es la derecha la que quiere imponer un freno a los avances que los gobiernos
progresistas han logrado y forzar un retroceso de gigantescas dimensiones en
esos países.
Mientras
tanto, se limita a criticar, a difundir un escenario pesimista sobre la
economía y sobre el país, a las denuncias vacías. Porque sólo si el país va
mal, le puede ir bien a la derecha.
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