A 78 años de aquel asesinato, hay una zona de sombra que
no deja de gravitar sobre la memoria de nuestra cultura y sobre la memoria
colectiva de nuestro pueblo: ¿qué fue de los restos de Federico?
No pocos intelectuales, comenzando por Ian Gibson, han
mostrado su preocupación por las dificultades que, desde distintos ámbitos
(también desde el familiar), se han puesto para la búsqueda de los restos del
poeta. Durante un tiempo, sin embargo y en aplicación de la Ley de la Memoria
Histórica, se realizaron distintas excavaciones. Fue en 2009 en la fosa de
Alfacar, por iniciativa de la Junta de Andalucía y respondiendo a las
peticiones de las familias de quienes fueron fusilados junto al poeta y a pesar
de las reservas de la familia de Federico respecto
a las excavaciones: el maestro Dióscoro Galindo,
los banderilleros Francisco Galadí y
Joaquín Arcollas,
el inspector de tributos Fermín Roldán y
el restaurador Miguel Cobo.
Aunque ha habido voces, además de la
familia, que han expresado su oposición a que se sigan buscando los restos del
poeta, no parece que sea la posición más acorde con la dimensión de la herida
que el fascismo provocó en la España democrática. Al igual que, en nombre de la
memoria histórica, exigimos que se atienda a quienes buscan a sus familiares
desaparecidos durante y después de la guerra, existe un derecho colectivo a
recuperar los restos de Federico. Se nos dirá que la familia del poeta
no los reclama. Sin embargo, la personalidad del escritor y las circunstancias
en que se produjo su asesinato desbordan el ámbito familiar. Comparto a este
respecto la opinión que hace tres años, expresó Ian
Gibson, el mejor
biógrafo que ha tenido García
Lorca, a La Vanguardia:"Lorca es una voz mundial y un enigma. Es el
escritor más traducido de todos los tiempos. Me gustaría que hubiera un partido
que fuera capaz de desentrañar la muerte de Lorca para que este país se
sintiera en paz y reconciliado”, dijo. Y añadió: “España tiene que recuperar a
sus muertos -continúa, y Lorca no es de la familia solo, que, además, apenas le
conocieron. Él pertenece al mundo".
Mientras la España democrática no lo recupere en todos sus
extremos y sus restos no estén enterrados en un lugar reconocible por todos,
seguiremos sin cerrar esa inmensa herida. De algún modo, esa fue la apelación
de Antonio
Machado en el
poema que le dedicó tras su asesinato:
“Se le vio caminar.
Labrad, amigos,
de piedra y sueño, en la Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!”.
Fuente: Diario público de España
Hay almas que tienen...
Federico García Lorca
Hay almas que tienen
azules luceros,
mañanas marchitas
entre hojas del tiempo,
y castos rincones
que guardan un viejo
rumor de nostalgias
y sueños.
Otras almas tienen
dolientes espectros
de pasiones. Frutas
con gusanos. Ecos
de una voz quemada
que viene de lejos
como una corriente
de sombra. Recuerdos
vacíos de llanto
y migajas de besos.
Mi alma está madura
hace mucho tiempo,
y se desmorona
turbia de misterio.
Piedras juveniles
roídas de ensueño
caen sobre las aguas
de mis pensamientos.
Cada piedra dice:
"¡Dios está muy lejos!"
azules luceros,
mañanas marchitas
entre hojas del tiempo,
y castos rincones
que guardan un viejo
rumor de nostalgias
y sueños.
Otras almas tienen
dolientes espectros
de pasiones. Frutas
con gusanos. Ecos
de una voz quemada
que viene de lejos
como una corriente
de sombra. Recuerdos
vacíos de llanto
y migajas de besos.
Mi alma está madura
hace mucho tiempo,
y se desmorona
turbia de misterio.
Piedras juveniles
roídas de ensueño
caen sobre las aguas
de mis pensamientos.
Cada piedra dice:
"¡Dios está muy lejos!"
Los fascistas tienen esas extrañas costumbres de joder con los muertos.
ResponderEliminarRecordemos que a Eva la mearon y extraviaron su cuerpo.
Siempre merodeando lo mórbido, lo tenebroso, lo oscuro, la muerte misma.
Cantaban "Cara al sol" como aspiración vana, porque vivían sumergidos en las tinieblas.