Comentario extraído del Blog
El Aguante Populista
Trolls que buscan callar y
romper círculos de debate y evolución de discurso político dijo...
Lo que buscan estos trolls es
justo eso, que ciertos blogs cierren los comentarios y se desarme el sistema de
interacción directa de los interesados en los asuntos que acá se discuten. A GF
le paso eso cuando tuvo que empezar a moderar, nadie puede dedicar tanto tiempo
a moderar y filtrar. Entonces se rompe la cadena activa de opiniones y
respuestas inmediatas. El visitante pierde interés y el blog deja de tener esa
interacción de la que se nutre su 'audiencia'. Ya se vio en varios blogs del
palo esto. Una 'cartelera de anuncios' no sirve. Sirve que dentro de cada blog
la gente genere herramientas discursivas propias para responder a estos
androides corporativos, acá y en la calle. También la opción anónima ayuda
mucho en ese dar el primer paso para "atreverse a contestar" y
empezar a valerse por si mismo en cualquier debate.
La vida de Lazarillo de
Tormes y de sus fortunas y adversidades es una cruda novela picaresca de autor
desconocido. Es una de las obras esenciales de la literatura universal. Su
anonimato se debe fundamentalmente a la acidez y al cinismo con la cual
describe algunas costumbres clericales. No olvidemos que transcurren los
tiempos de la inquisición de modo que su autor sabía que de darse a conocer su
apellido sería inmediatamente enviado a la pira purificadora. Algunos estudios
se la adjudican a un religioso de la orden de los Jerónimos, orden monástica de
clausura, esencialmente contemplativa surgida en el siglo XIV. Acaso tal
contemplación y vigilia le sirvieron al autor para la observación de
determinados fenómenos y luego exponerlos mediante una crítica brillante. Pero
tal cosa nunca fue comprobada fehacientemente.
Aquí
tenemos entonces un anónimo, un buen anónimo. Un anónimo que ha dejado una obra
maravillosa y que por suerte, al serlo, pudo disfrutar en secreto de una fama interior
bien ganada.
Es
una pena que la institución del anonimato haya sido bastardeada. Existen muchas
y buenas razones para serlo, sin embargo se la utiliza mal y por ende de ella
siempre se piensa lo peor.
La
humildad, la ausencia de protagonismo, el intentar privilegiar lo que se
escribe por sobre quién lo escribe, el pudor, la vergüenza, la timidez, la
inseguridad, el temor a ofender, el temor a ser ofendido creo que son razones
válidas, comprensibles y hasta si se me permite saludables.
El
peor castigo que sufre un anónimo es no poder disfrutar de un acierto intelectual o aún peor.
Imaginemos por un rato que una bella dama se siente movilizada, acaso
impactada, por un texto cuyo autor no se identifica. ¡Qué picardía la
oportunidad perdida! Quién le escribía versos, dime quién era, quién le
regalaba flores en primavera....
Cuando
uno decide ser anónimo debería por lo menos tener la capacidad de emitir
razonamientos importantes, esos que implican que el lector deje de lado la
opción escogida por el autor, disculpándola tal vez, para pasar a darle valor a
la lectura.
Lamentablemente
la mayoría de los anónimos utilizan el formato bajo el paraguas de la
impunidad. Tonta impunidad, ya que de no mediar argumento relevante su mensaje
valdrá lo mismo que un trozo de papel higiénico usado.
También es miserable el mensaje anónimo del tipo que te amenaza, como el que te suele visitar.
ResponderEliminarEsto es igual que cuando se putea en la cancha
ResponderEliminarDaniel. Ya le corté los víveres al tonto ese. No hay que preocuparse. Si quiere participar lo deberá hacer sin intimidaciones hacia nadie. Acá en el Pago es muy fácil ubicar a la gente. De querer hacerlo ya lo hubiera hecho. Ese es un cagoncito que lo único que quiere es embarrar la cancha.
ResponderEliminarSi, la cosa se caracteriza en que el anónimo comentarista por lo general no es un filántropo ético, por lo tanto sería mas conveniente una denominación degradante como la de la yuta:
ResponderEliminarson natalia natalia.
¿Se podrá configurar las opciones de comentario y cambiar el anónimo por el "natalia natalia"?