Beatriz Sarlo: Fue Gurú y articuladora dentro del campo intelectual a favor de la Alianza, aunque de los 39 asesinados nunca se hizo cargo. Hoy es Gurú antikirchnerista y articuladora mediática dentro del FAUNEN. No es Mary Shelley, es Mel Brooks quien está bocetando una nueva versión de El Moderno Prometeo…
“Hay que tener
coherencia en los ideales”
La ensayista
y periodista Beatriz Sarlo se ha convertido desde hace tiempo en algo así como
la gurú de la oposición no peronista, ahora incluso participando activamente en
los actos del Frente Amplio Unen, agrupación en la que tiene puestas sus
esperanzas. “Es la construcción de un espacio progresista con un horizonte
socialdemócrata. Es lo que yo quiero para la Argentina”, define. En esa línea,
se muestra como la enemiga número uno de un posible acuerdo con Mauricio Macri.
“Hay que tener cierta coherencia en los ideales. Macri no, porque su concepción
del Estado es lo más lejano a una concepción socialdemócrata. Pero hay que
salir a decirlo muy claro, que se terminen esas especulaciones”, sostiene con
vehemencia.
Quién ha visto y quién lo ve al bar La Paz, aggiornado y con un
maxikiosco 24 horas en la entrada. Sarlo espera ya en una mesa en el fondo, a
resguardo de la fría mañana porteña. Comenta que es de andar mucho por avenida
Corrientes –dicho sea de paso, no le gustan nada las figuras de Olmedo,
Portales y Tato Bores, con las que Mauricio Macri salpicó el camino hacia sus
oficinas de la calle Talcahuano–, pero que no ha pasado tantas horas de su vida
en La Paz, histórico reducto de la intelectualidad de izquierda. El remozado
look del lugar no despierta entusiasmo pero, en cambio, asegura que tiene un
muy buen reservado para fumadores, reducto apetecido para muchos habitués de la
avenida que nunca duerme.
Es inevitable presentar a Sarlo como contracara de Carta Abierta, el
espacio de intelectuales que apoya al Gobierno. Ella los ve como “totalmente
identificados con un eje político, es kirchnerismo blindado”. Que, en cambio,
Plataforma, un espacio al que ella suele acompañar en algunos posicionamientos
públicos, tiene una mirada más amplia que “se preocupa de los temas dejados de
lado por el kirchnerismo”. Más allá de la diferenciación, Sarlo rescata a
miembros de CA como Horacio González y Eduardo Jozami porque “desde hace muchos
años vienen haciendo esfuerzos por pensar la cosa peronista. Me resultan
sumamente interesantes y compartimos una trayectoria, aunque casi siempre en
veredas diferentes”.
Sarlo imagina que le será difícil al kirchnerismo continuar como
estructura fuera del Estado. “El radicalismo y el socialismo han conseguido
mantenerse, pero no creo que el kirchnerismo pueda. No tengo hipótesis sobre
qué será de la vida de cada uno de ellos. El justicialismo seguramente va a
absorber una parte y puede que otros se conviertan en voces dentro del
peronismo”, sostiene. Tiene opinión variada sobre el saldo de la “década
ganada”. “No puedo hacer un ranking de qué está mejor y qué está peor. Pero el
discurso de Cristina Kirchner es alegrarse porque hay más asignaciones
universales. Como la asignación no es universal, significa que hay más chicos
pobres y eso no es para alegrarse”, analiza.
En la columna a favor coloca “la política de memoria” llevada adelante
por el kirchnerismo, aunque al mismo tiempo critica lo que llama “la
cooptación” de los organismos de derechos humanos. También considera un avance
el porcentaje del PBI que hoy se destina a educación. “De todos modos, el
kirchnerismo piensa que empezó en 2001 y no es así. Lavagna estuvo hasta 2005.
Un historiador que mire esto dentro de 50 años va a decir que de la crisis se
salió con el gobierno de Duhalde”, afirma. Otro logro es la estatización de los
fondos de pensión. “Si lo hicieron para tener caja o no, no es la cuestión. Eso
lo apoyo”, remarca. Pero, siempre hay un pero, que el mayor rol del Estado ganó
en la economía durante estos años también incluye el “caos de los subsidios y
el del transporte”, que le quedará como tema por resolver al próximo gobierno.
El kirchnerismo gobernará hasta diciembre de 2015, luego de doce años y
medio de gestión, y todo hace suponer que conservando la adhesión de un sector
importante de la población. Sarlo recurre a los sociólogos Carlos Altamirano y
Maristella Svampa, compañeros suyos en Plataforma, para explicarlo. “Un
populismo de capas medias”, lo define, impulsado por los subsidios y el incentivo
al consumo. “Fue importante para que ganaran elecciones y también para que
perdieran la última”, explica Sarlo. “Hoy se quedaron con la ‘roca dura’ de
apoyos, cuando ganan es porque logran superar eso”, agrega.
Los jarritos de los cortados ya están a un lado y Sarlo gana énfasis a
medida que avanza la charla. Cada tanto recuerda que, por ejemplo, ella creyó
en el Frepaso, “así que mis opiniones no son infalibles”. Que allí trabajó
junto a Graciela Fernández Meijide y, principalmente, Carlos Auyero, a quien
todavía recuerda con emoción. Ahora sus ilusiones están puestas en el FA-Unen,
la que imagina como una construcción progresista. Es decir, nada que ver con el
PRO. Pero Elisa Carrió primero y Martín Lousteau después dijeron que podrían
integrarse en una primaria con el macrismo. “Una construcción es algo largo,
las elecciones se pueden ganar o perder. En política es fundamental no andar
despacio, pero tampoco andar más rápido de lo que se puede”, alecciona. De
Lousteau dice que no le interesa saber lo que opina. En cambio, de Carrió sí.
“Ella piensa que necesitamos un frente de salvación nacional, yo no estoy de
acuerdo”, argumenta. Menos comprende a los radicales que dan a entender que
podrían aceptar ese acuerdo. “Macri no tiene construcción territorial. ¿Lo vas
a meter adentro para que ponga 50 millones de pesos y se quede con tu
construcción?”, responde. Retacea un poco un pronóstico sobre lo que puede
suceder en las elecciones. Al fin, imagina que “si todo se mantiene así” ganará
el justicialismo con Daniel Scioli como candidato.
¿Y ella? ¿No imagina una posible candidatura, dado su protagonismo en la
nueva fuerza? “Mi interés en la política es muy fuerte, pero nunca me interesó
una candidatura. Me gusta mucho estar con políticos pero, evidentemente, no
tengo vocación para eso”, desliza. Ya es hora de poner punto final. Para
desayuno es tarde, casi el mediodía. Sarlo se dirige a sus oficinas, pasando
antes, inevitablemente, junto a la imagen sonriente de Olmedo y Portales. “Y
bueno –murmura–, parece que a la gente le gusta.”
N de la R: Beatriz Sarlo sentenció que hay que tener coherencia en los ideales. Hipótesis: Ante un escenario de segunda vuelta Massa o Macri enfrentando a un candidato kirchnerista... ¿Ustedes que creen que haría Sarlo con sus ideales...?
Con tanto retardatario que hay adentro del Faunen no hace falta un Macri. Para qué tanta preocupación?
ResponderEliminarNo, imperdonable lo suyo, ¿cómo se le ocurre comparar a Mel Brooks con esa arpía secay reaccionaria?, dígame, ¿qué Igor de joroba móvil inventó esa señora?, ¿qué frau Blücher - que siendo parecida a ella, es un personaje mucho más simpática?, ¿podría imaginar esta señora una "loca historia del mundo" si no puede imaginar un chamuyo anti K pasable?, y conste que no menciono al agente 86, me da horror pensar la idea que podría tener esta "intelectual" sobre la SIDE y cositas así...
ResponderEliminarPor favor, revise esa comparancia,,,,