...¿alguien
esperaba algo distinto de una Corte en donde la mayoría de sus miembros actúa
corporativamente a favor de beneficiosas acordadas? ¿Es un revés para el
Gobierno como dicen los medios dominantes o es un revés para el Pueblo?...
Puede afirmarse que planteado en esos términos ambas cuestiones resultan
hermanadas. ¿Quién ganó entonces? De todas formas estimo que políticamente es
un fallo muy interesante. Bien manejado, hasta puede ser capitalizable porque
nos va a permitir elaborar reflexiones adicionales. Que el pueblo constate
fehacientemente que el poder popular es algo secundario al poder fáctico no
deja de ser un elemento bienvenido, instancia que nos debería hacer recapacitar
sobre las reglas de juego que existen en nuestro sistema democrático. No es
casual vislumbrar que las corporaciones se abroquelan cuando de intereses
puntuales se trata: La Ley de Medios y La Reforma Judicial son dos incisos que
quedarán en nuestra memoria como una muestra insoslayable de un tiempo en donde
una nueva Historia Universal de la Infamia se está escribiendo. Lástima que
esta no contenga el arte y la prosa de la anterior.
La
cautelar de La Nación tiene asegurada varios años más de permanencia, los
Jueces seguirán sin abonar tributo ni exhibir su patrimonio, Highlander Fayt
continuará con su tarea de sepulturero y enterrará a varias generaciones más
con sus fallos mitristas y en el cajón de los recuerdos quedará apolillado el
anhelado intento popular por democratizar el único segmento político (ya no
quedan dudas de que lo es) que no se atreve mirarse al espejo. La Corte procede
como Corte. Con su ancestral pompa y su histórico boato. No siente que forma
parte de un colectivo social, popular y democrático, ¿para qué hacerlo? si
tiene sus cortesanos. Son distintos, son ellos, son la Corte. Otro elemento
notorio es el apresuramiento para fallar cuando de intereses propios se trata y
como se abandonan a la vacancia burocrática cuando de resolver cuestiones que
nos afectan socialmente los compromete. Hace rato que desde este foro venimos
afirmando que estamos uno-seis en tan recoleto estrado, de modo que nuestras
esperanzas al respecto eran inexistentes.
La
única certidumbre que nos queda es que aquellos jueces, fiscales y defensores
públicos que mantuvieron firmes sus “legítimas” convicciones, las expongan en
sus fallos, en su actuación cotidiana, esa que nos involucra como ciudadanos,
como pueblo, como contrapoder popular...
Acaso
los argumentos jurídicos brindados por Eugenio Raúl Zaffaroni nos ayuden a
pensar el momento:
"Interpretar la representación en el puro sentido del contrato de mandato del derecho privado es una tentativa de salvar lo que el texto no ha salvado. El argumento contrario corre con la ventaja de que la representación estamentaria en la Constitución Nacional es una excepción, en tanto que la regla republicana es la representación popular. Abunda a este respecto el dictamen de la señora Procuradora General y, por cierto, cualquiera sea la opinión personal acerca de la elección de los consejeros, cabe reconocer que el argumento es jurídicamente fuerte"
"Es
perfectamente posible que la elección por listas y por partidos políticos
genere dificultades, pero también las ha generado la elección estamentaria,
cuyas consecuencias están a la vista".
"En
cuanto a la independencia de los consejeros y su reflejo sobre la independencia
judicial, devenida de la necesidad de que los candidatos sean postulados por
los partidos políticos, cabe observar que el concepto de independencia es
doble: la hay externa, pero también interna, dependiendo la última de que el
poder disciplinario, en materia de responsabilidad política y de presión
interna del Poder Judicial, no sea ejercido por los órganos de mayor instancia,
que es la esencia del concepto de corporación o verticalización. Esta
independencia es la que en el derecho constitucional comparado trata de
garantizarse mediante un órgano separado, que sería el Consejo de la
Magistratura",
No había pensado en esa mirada que das. Es muy buena, Gustavo. Mañana cuando escriba la voy a considerar desde ya.
ResponderEliminarLa utilización errónea de la distinción entre lo estríctamente jurídico y lo político es uno de los medios mas eficaces,aunque no el único,de los utilizados para confundir la ciencia del derecho con la política.
ResponderEliminarFué un fallo político con poncho jurídico.